La pregunta es mucho más profunda de lo que parece
Hay preguntas que parecen simples, pero esconden bastante más de lo que dicen. Y una de ellas es esta: ¿por qué jugamos retro?
¿Por qué, teniendo miles de títulos nuevos, mundos inmensos, gráficos que parecen cine y consolas que hacen magia, seguimos volviendo —una y otra vez— a juegos de hace 20, 30 o 40 años?
La respuesta fácil sería: nostalgia.
Pero la nostalgia no explica todo.
Por Matías Guala (@matias_guala)




