Podemos debatir si es o no la mejor consola de 16 bits. Lo que no vamos a negar es que la morocha de Sega Genesis tuvo un catálogo de títulos tan creativos como impresionantes. En esta nota te contamos cuáles son.
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La Genesis es mi consola de 16 bits favorita y todavía hoy, en pleno 2024, está más viva que nunca. Quizás no podía igualar el poder de la SNES, y ciertamente no tenía el reconocimiento de su nombre como la consola de Nintendo.
Sin embargo, gracias a su veloz mascota azul, una gran cantidad de excelentes ports de arcade y una estrategia de marketing que se centró en los jugadores mayores, Sega le dio a Nintendo una competencia más que digna.
Si me preguntan, la Genesis ayudó a elevar la calidad de los juegos en todo el mundo y fue la gran precursora de géneros que terminaron explotando en popularidad muchos años después.
¿Sabían, por ejemplo, que un FPS llamado Zero Tolerance –otro típico clon de Doom– les permitía jugar de a dos? Necesitabas dos televisores, dos cartuchos, dos consolas y un cable link (un cable especial que se conecta al segundo puerto del controlador en ambas máquinas). Pero que se podía, se podía.
Esta consolita también tuvo unos rail-shooters que exprimían la capacidad técnica del hardware (pienso en Spare Harrier o Panorama Cotton), propuestas de estrategia en tiempo real (Herzog Zwei), adictivos RPG´s (Rings of Power, las sagas de Shining Force y Phantasy Star) y un montón de títulos que desbordaron creatividad.
Veamos cinco de ellos, que también resultan ser títulos favoritos (y grandes recomendaciones) de la morocha de Sega.
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Crusader of Centy, ¿el precursor de Pokemon?
Este impecable action RPG –claramente inspirado en la saga de Zelda– vio la luz en el año 1994 y tiene algunos curiosos paralelismos con el primer juego Pokemon (que, ojo… saldría 4 años después).
La historia da inicio en la ciudad de Soleil. Allí existe una regla que requiere que todos los niños de 14 años se entrenen para prepararse para la guerra. El protagonista, Corona, acaba de cumplir la edad estipulada y recibe la espada y escudo de su padre, quien murió en batalla defendiendo a la ciudad de monstruos.
Crusader of Centy tiene varios aspectos interesantes. El primero de todos es que, en los primeros momentos del juego, Corona gana la habilidad de hablar con plantas, monstruos y animales, pero pierde la de comunicarse con los humanos (recién la recupera a mitad de juego). Esto hace que la dinámica sea diferente y le permite a él conocer la otra cara de la moneda (spoiler alert: los verdaderos monstruos, de alguna manera, son los humanos).
Otra característica, quizás la más atractiva, es que va conociendo animales a lo largo de su viaje que le permiten adquirir diferentes habilidades. Este es el elemento más “Pokemon” que tiene el juego.
Es posible equiparse hasta dos animales para recibir sus efectos, y combinarlos para lograr resultados diferentes. Una cheetah te permite doblar la velocidad al caminar, una mariposa te da control manual sobre tu espada o una ardilla te permite que tu espada rebote en las paredes. También podés combinar los efectos de un pingüino (que hace tu espada de hielo) y un león (que hace tu espada de fuego) para darle un efecto más poderoso.
Si bien no es necesario “capturar” a todos los animales para terminar el juego, la mayoría de ellos te brindan habilidades necesarias para avanzar hacia otras partes del mapa. Y es muy divertido atraparlos a todos.
El curioso caso de General Chaos
General Chaos (¡creado por Electronics Arts!) salió en 1993 y es uno de los padres fundadores del género RTS con los que ahora todos estamos familiarizados. Cada equipo intenta capturar la ciudad capital de su oponente. Las batallas en sí son fáciles de entender (y aprender). Antes de luchar, cada bando elige uno de los cuatro conjuntos de escuadrones preestablecidos. Los equipos tienen cinco soldados con varias armas.
General Chaos es realmente un juego simple y adictivo. El concepto de guerra rudimentario hace que sea muy divertido hacer volar a tus oponentes. Quizás sea de los títulos más subestimados de la Genesis.
Esta obra también puede considerarse como un ejemplo temprano de lo que ahora se denomina “party games”. El modo para un jugador, aunque inicialmente atractivo, lamentablemente carece de profundidad y longevidad, sin embargo, no se puede decir lo mismo de los espléndidos modos cooperativo y de batallas compatibles con múltiples jugadores, en los que la acción es convenientemente caótica, frenética y evoca una amarga rivalidad.
Fatal Labyrinth: un roguelike en la Genesis
Soy el primero en admitir que Fatal Labyrinth (1991) se veía tan feo que parecía un juego de 8 bits más que de 16 bits, pero pocos me divertían tanto. Su aspecto más atractivo es el estilo roguelike (un género que descubrí con este juego, de hecho).
El subgénero del roguelike (o de “exploración de mazmorras”) es uno en el que énfasis está puesto en el contenido aleatorio: mazmorras generadas aleatoriamente, con enemigos, objetos y trampas al azar. La jugabilidad es el aspecto primario, por encima de la estética.
En este tipo de juegos morís con frecuencia, pero tiene una curva de aprendizaje que estimula el avance, e incluye ciertas mecánicas de juego que recompensan al que sigue intentando.
Gracias a Fatal Labyrinth, luego me fanaticé con el subgénero y me llevó a conocer Pixel Dungeon, del cual me enamoré perdidamente.
Dentro de la historia de la Genesis, Fatal Labyrinth es bastante único. Es el único juego de exploración de mazmorras tipo roguelike con mecánicas de RPG que haya visto en la consola. Es verdad que dura unas pocas horas, pero el hecho de que los mapas y objetos sean generados aleatoriamente brinda cierta rejugabilidad.
El subgénero roguelike hoy es uno de los más populares. Pienso en joyitas como Into the Breach, Dicey Dungeons, Slay the Spire, Rogue Legacy y tantos otros. Pero en aquella época era algo completamente desconocido. Por eso quizás Fatal Labyrinth me volvió tan loco en su momento.
El juego tiene lugar en una vista aérea mientras el jugador atraviesa habitaciones y pasillos para encontrar las escaleras al siguiente nivel. Dentro de estos pisos, encontraremos elementos y equipos mientras nos enfrentamos a enemigos por turnos. Los monstruos no reaparecen, pero si colgás demasiado tiempo en un mismo piso… lo harán. Por cierto, ¡este juego está disponible en Steam!
Gain Ground: acción y estrategia
Nuevamente les recomiendo un juego de 1988 que se ve feíto, pero que cuenta con una mecánica que lo hace especial. Junto a Gunstar Heroes, Sunset Riders y General Chaos, éste es el otro clásico que vale la pena jugar en modo cooperativo. ¡Y si no lo habré jugado!
El juego combina acción y estrategia. Comenzás controlando a un número pequeño de personajes, cada uno con sus habilidades y características particulares. A medida que se va avanzando, vas rescatando a nuevos personajes con otro tipo de habilidades. Los primeros niveles comienzan en la Edad Oscura, luego avanzás hacia la Edad Media, la China pre-revolucionaria, el presente y, finalmente, el futuro lejano.
Recientemente me enteré de que Gain Ground tiene una versión remasterizada para la PlayStation 2 (se ve mucho más linda) y también una versión del original para Steam.
Atravesando paneles en Comix Zone
Comix Zone no sólo es uno de los juegos más originales de la Genesis, sino también del mundo entero. Un artista de comics (Sketch Turner) queda atrapado en una de sus creaciones y tiene que atravesar la historia cuadro por cuadro, atravesando paneles, atacando enemigos a medida que literalmente se dibujan frente a vos.
El gran problema con el juego es que era extremadamente corto (sólo 3 niveles) y muy difícil. Pero se veía tan bien que daban ganas de jugarlo una y otra vez. Además, contaba con algunas situaciones en las cuales podías elegir dos caminos, haciendo que el nivel variara ligeramente.
Nunca más vi un juego beat-em-up tan único como éste. Fusionó el clásico genero de acción y pelea con un diseño fresco, algunos rompecabezas para resolver, manejo de items y un estilo súper particular.
¿Jugaron estos cinco juegos de la morocha de 16-bits? ¿Qué otro título de la Genesis pueden recomendar? ¡Los leemos!
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Quien escribe, los saluda.
Lupa “morocho consolero” Sívori
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«I’m in my own comic book – Noooo!» (Sketch Turner)