El ADN Gamer de Espacio TEC

Les preguntamos al staff de Espacio Tec —y también a los seguidores del Club Pixel— algunas cuestiones relacionadas con videojuegos retro. Las respuestas nos permiten determinar qué tipo de jugadores forman parte de la comunidad, ese ADN GAMER que todos tenemos dentro.

***

Época de truquitos y el Código Konami

Si hay algo que caracterizaba a los videojuegos de los ´80, ´90 y principios de los 2000s fue que era muy difícil conseguir guías o trucos para avanzar cuando nos quedábamos trabados. Muchas veces había que recurrir a revistas especializadas, líneas telefónicas o el consejo de un amigo durante el recreo de la escuela.

Eran épocas donde no sólo podías acordarte de todos los cumpleaños y teléfonos (fijos) de tus amigos y familiares, sino que también te habías aprendido cada uno de los truquitos para tu videojuego favorito.

Nuestra primera pregunta rompehielo fue, justamente, ésa: “Si te pido que me digas un truco, atajo o password de un juego retro, ¿cuál es el primero que se te viene a la mente?”

Mientras que Agustín Copita, Diego Martín Rodriguez y Vladimir Vlek recuerdan trucos de la franquicia de Age of Empires (“trucktrucktruck”, “aegis”, “pepperoni pizza”, etc), Francisco Iturrieta y yo nos acordábamos del “A C Arriba B Arriba B A Abajo” en la pantalla principal del Ultimate Mortal Kombat 3 de Sega Genesis, utilizado para traer todos los menúes secretos. ¡Ahí podías jugar al Galaga de forma cooperativa!

Otros tienen más en la mente los cheatcodes de shooters como el legendario Doom (IDKFA, nos dice Leonardo Valente) y el DNKROZ del Duke Nukem 3D. Cesar Mateos nos explicó que el Golden Axe se rompe completamente con una simple técnica: “Salto, golpe diagonal y esquive diagonal, es inbatible.”

Hay un montón de trucos, sin duda, pero el que seguramente todos más recordamos (por su status de culto dentro de la cultura geek) es el Código Konami: “Arriba, Arriba, Abajo, Abajo, Izquierda, Derecha, Izquierda, Derecha, B, A.”

Aunque el famoso cheat que da 30 vidas en el Contra (1987) fue popularizado en este ingrato videojuego de disparos, en realidad ya existía como un “huevo de pascua” en un shoot-em-up previo: el Gradius de 1986.

Durante las fases de testeo de Gradius, el programador descubrió que era demasiado difícil. Así que se creó este truco para aumentar las vidas y permitirle a los testers llegar a las fases finales del juego. En este link se pueden ver todos los sitios donde el Código Konami funciona actualmente.

Instrucciones para terminar una batalla… con estilo

¿Vieron que se están poniendo de moda los bares de fichines? En Bahía Blanca aún no han llegado, pero Buenos Aires ya tiene varios. Hace unos días estaba de viaje por la Ciudad de la Furia y quedé en uno de estos bares para tomar unas frescas con mi hermano Tomás.

El lugar tenía mesas en el centro y arcades alrededor (Snow Bros, el beat-em-up de los Simpsons, el Daytona USA, etc). Con cada cerveza que pedías, el bar te regalaba dos fichitas para viciar. Mientras esperaba a mi hermano, me tomé una pinta y utilicé una fichita para jugar Mortal Kombat I.

Elegí a Kano y gané la primera ronda. Por supuesto, saltó el cartel de “Finish Him!”. Y, de pronto, no sé cómo, recordé que ATRÁS, ABAJO, ADELANTE PIÑA le arrancaría el corazón a mi oponente. (¿ahora te acordaste, Sole Zeta? Muscle memory, creo que le dicen).

Preguntamos a nuestros encuestados si recordaban algún otro movimiento final de un personaje de la franquicia Mortal Kombat. Fran Iturrieta nos largó la Fatality de Sektor, Pabo Vidal nos dio el gusto con la de Sub-Zero. Yago Couceyro, por otro lado, no recordaba ninguna porque es más del Super Smash Bros (que, ojo, también es un juegazo para repartir palizas).

La guerra de consolas en los ´90

Si hubo un evento que caracterizó a la década de los ´90 —en materia de videojuegos— fue la Guerra de Consolas entre las empresas Sega y Nintendo. Las publicidades de uno embarraban o se burlaban directamente del otro. Ambas consolas buscaban alzarse como la mejor.

La Sega Genesis tenía a un Sonic canchero, veloz, rebelde. Sus juegos eran maduros. El Mortal Kombat tenía sangre. Nintendo, por su lado, apuntaba al público familiar, con Mario a la cabeza y la diversión como leit-motiv.

Hasta el día de hoy, el mundo entero se sigue cuestionando quién ganó realmente la guerra de los 16 bits. Si nos centramos puramente en los números, Nintendo movió 49 millones de consolas SNES durante el ciclo de vida del producto, mientras que Sega vendió 29 millones de Genesis.

Sin embargo, determinar el impacto real de las consolas de cuarta generación es un poquito más complicado. A SEGA le fue muy bien especialmente en América, saliendo en 1989 para competir directamente con la NES (la Family Game para nosotros). La primera oleada de títulos de Genesis rompió records porque había un obvio salto en tecnología.

Las buenas ventas iniciales se sumaron a una campaña famosa donde la Genesis se mostraba como la plataforma “cool”, mientras que la NES (y, por adición, la SNES) era un juguete para niños (“Sega does what Nintendon’t”).

Hay quienes opinan que si Sega no hubiese abandonado la carrera tan pronto (recordemos que se apuró a sacar la Sega Saturn lo antes posible, y no le fue nada bien) las cosas podrían haber sido diferentes.

¿Pero qué opinan los que respondieron nuestra encuesta? En su corazoncito gamer, la guerra de las 16-bits la ganó la morocha de Sega, con un 84% de los votos. Eso sí, al elegir entre Mario o Sonic, la cosa estuvo más repartida. El 55% eligió al erizo azul mientras que el 45% restante prefiere al fontanero de gorra.

Yo quiero ser siempre el mejor…

Hay un juego en el que, secretamente, te considerás mejor que la mayoría. Sí, ese mismo. No lo practicabas demasiado… es un talento natural. En mi caso, me considero mejor que el promedio en el Worms, por mencionar un ejemplo concreto. ¿En qué juegos se destacan nuestros encuestados?

Humberto Möckel eligó el Call of Duty 2 (“Vengan de a uno”, nos dice), Sebastián Rho (coordinador general del espacio) se las trae con el Out-Run y el Dragon´s Lair y Juan Chucair se considera imbatible en el Virtua Striker. Y es que todos queremos ser siempre el mejor, mejor que nadie más… (ya la estás cantando, lo sé…). Y sólo se puede ser el mejor eligiendo al mejor starter en el primer Pokemon (blue/red), ¿no?

De chico tuve la suerte de tener la Gameboy Pocket (la trajimos de Estados Unidos, en un viaje en el año ´98) y, entre los cartuchos adquiridos, habíamos comprado el glorioso Pokemon Blue. Desde aquel momento, mi starter favorito siempre fue y será Squirtle. Sin embargo… me sorprendí al descubrir que no es la opción más popular entre la comunidad de Espacio TEC.

Tanto el staff como los miembros del Club Pixel prefirieron al gran Charmander, que tuvo la delantera con el 27%. 11%, respectivamente, se llevaron Squirtle y Bulbasaur.

Los demás entrevistados respondieron cosas como “qué es eso”, “¿poke ke?” y mi favorita, de Leonardo Valente: “De tin marín, de do pingué”. Por más que me duela en el alma, todo apunta a que Pokemon no forma parte del ADN Gamer de la comunidad de Espacio TEC.

Y el premio al vergoty es para…

De chico ESE juego te encantaba. Lo jugaste por horas y no podías parar. Estabas obsesionado/a. Hoy te diste cuenta de que es directamente una bosta INJUGABLE. Son los famosos vergotys, esas experiencias que te parecían increíbles de chico y, cuando volvés a jugarlos de grande, le encontrás todos los defectos.

Comix Zone, de la Sega Genesis, fue mi elección. Pese a que se sigue viendo del carajo 28 años más tarde, realmente no se pueda jugar debido a sus mecánicas anticuadas. Vladimir Vlek mencionó el Driver (de Playstation 1), Pablo Vidal el clásico vergoty Sokoban y Ludmila Gerstner el Circus Charlie de la NES / Family Game.

Afortunadamente, también hay videojuegos que sí envejecieron súper bien; y suman puntos adicionales si encima vieron la luz en el mismo año que nosotros. Yo soy del 1987. Ese año vimos nacer joyitas como el Contra, Out Run y Arkanoid. Pero yo me quedo con Mega Man I, por todo lo que representó para su género.

En esta pregunta, Pancho Manera sumó Zak McKracken and the Alien Mindbenders (de 1988), uno de los grandes precursores de las aventuras point-and-click que popularizó Lucas Arts. Yago Couceyro no tiene dudas al afirmar que el mejor videojuego del año en que nació, 1991, es el Civilization I. Curiosamente, Agustín Copita y Leonardo Valente también eligieron Civilization como lo mejor de su año de nacimiento.

Por su parte, la periodista de videojuegos Sole Zeta nació en 1985 y no duda en elegir a Super Mario Bros (1985) como su mejor representante. Hugo Iturrieta, miembro del Club Pixel, se decantó por las aventuras de Gordon Freeman en el excelente primer Half-Life (1998).

Al parecer, su vida no volvió a ser la misma luego de conocer Half-Life. Y la de muchos de nosotros tampoco.

Disclaimer: me solicitaron expresamente no comentar los videojuegos favoritos de los años de nacimiento de algunos de nuestro staff de Espacio TEC… porque estaríamos revelando su edad.

Para el final, un poco de romance

Para finalizar la encuesta con un poco de condimento, preguntamos: “si tu pareja fuera un videojuego, ¿cuál sería el ideal para presentarle a tus viejos?”. Las respuestas fueron variaditas porque algunos seleccionaron personajes y otros, directamente, títulos de videojuegos.

Mientras que Pancho Manera (coleccionista retro y uno de los primeros en impulsar la idea de un museo interactivo) llevaría a un asado familiar a ingeniosa Elaine Marley (de la franquicia Monkey Island), el colaborador y ocasional expositor Alejandro Cura fue más básico y se quedó con Lara Croft. Porque, bueno… dos grandes razones, ¿no? (¡las dos pistolas Heckler & Koch USP, che!)

Por su lado, Sebastián Rho estaría feliz de decir: “Papá, Mamá, ella es Daphne. La conocí en el Dragon´s Lair. Tiene una voz un tanto insufrible… pero fue un amor a primera vista”.

¿Y qué título llevaríamos a conocer a nuestros padres? Civilization, una vez más, parece ser uno de los favoritos. Leonardo Valente —miembro del Club Pixel y vecino del espacio, literal— comenta que su elección se basa en que todos queremos lo mejor para los hijos.

Sole Zeta va un poquito más allá con este mismo título de 1991: “Inteligente, elegante, pero sobre todo, bienintencionado”. Agustín Copita (quien colabora ordenando el depósito y enchufando máquinas junto a Vladi y Humbert) acompaña la elección del Civilization con una “es súper friendly y presentable a tus viejos”.

Yago Couceyro (para quien Espacio TEC que se ha convertido en un segundo hogar) también banca a Civilization como la pareja perfecta: “trayectoria, de mi edad, ninguno de la saga salió mal”.

Por último, Lud Gerstner, quien salió segunda en el torneo de Tetris organizado en Espacio TEC, presentaría a sus viejos a Money Idol exchanger porque… tiene plata.

¿Y este humilde servidor? Mi vieja es muy pacata y a mi viejo medio que le resbala todo. Tendría que ir a lo seguro: un plataformero piola de la Family Game (NES) como Duck Tales. Se ve bonito, es infantil, tierno, angelical… pero también tiene su faceta compleja y desafiante.

Conclusión

Esperamos que hayan disfrutado de esta nota desestructurada. ¿Se animan a responder ustedes la encuesta? ¡Juntos podremos ir delineando el ADN Gamer de Espacio TEC!

Les dejamos el link del formulario: https://forms.gle/yUz6C73Tas39xUyT7

Entrevista a Christian Mazzatari

Christian Mazzatari es el responsable detrás de Retrogeek Mazzatari, una de las tiendas online más reconocidas del país dedicada la venta de vídeos juegos retro, accesorios y muñecos de colección, pero también es un amante de la retro computación y videojuegos en general, y un fanático y férreo defensor de la marca Atari. En ESPACIO TEC quisimos conocer un poco más acerca del coleccionista y vendedor. Conversamos además del retrogaming en la argentina y del hobby que se convirtió en profesión.

  • En tu página web te definís como “Coleccionista Entusiasta Amante De La Retro Computación y Videojuegos En General.” ¿Es tan así?

Exactamente. Yo empecé con las computadoras como las que tienen Uds. en el museo, Commodore 64, TK-90, Atari 800XL, toda la línea XL…Posteriormente trabajé en una casa de videojuegos muchos años. Donde tomé contacto con las home computers y posteriormente con las primeras consolas de juegos.

  • Profundicemos ahí un poco, ¿Cuál fue tu primer contacto con videojuegos?

Mi primer contacto fue con la Atari Pong. Te acordarás, no traía cartuchos, sólo 6 juegos programados, esa fue mi primera consola. A los pocos meses pasé a la Atari 2600. Posteriormente entré en la programación en BASIC a partir de las primeras computadoras personales.

  • El Christian amante de los videojuegos, fue siempre así o se desarrolló con el tiempo?

Desde siempre, arranqué en 1978, muy chico. Hoy tengo 51 años, imaginate, viví una época dorada, el comienzo acá, los primeros pinball, los primeros fichines, como el gálaga, los salones arcade en los barrios, la explosión en la costa…

El primer juego que jugué en la computadora Atari, fue el enduro, podías jugar de noche, de día, en la nieve, ese juego me marcó a fuego.

Programado por Larry Miller y publicado en 1983, el jugador controla un coche que tiene un día entero para rebasar a otros 200 automóviles (300 a partir del segundo nivel) en una carrera a alta velocidad. Si el jugador falla en pasar la cantidad pedida de automóviles cuando el nuevo día amanece, el juego finaliza.

– ¿Cómo manejabas “el vicio”? ¿Tenías problemas en casa?

Por supuesto, recuerdo que mi vieja me amenazaba con sacarme los tapones de luz, “te voy a cortar la luz” me decía, porque me quedaba hasta las 6, 7 de la mañana, a veces no dormía jeje.

Luego de la 2600 me compraron la Atari 800XL, y ahí me enganché con la programación, durante unos 10, 12 años, que coincidieron con mi trabajo en el local comercial. Me llevaba mucho tiempo, pero como verás, no quedé tan mal jaja.

Atari 800 XL

  • La faceta del coleccionismo, ¿fue una consecuencia natural o te pegó de grande?

Desde el primer momento fui coleccionando, cada computadora que compraba, los juegos, las revistas K64, era comprar y comprar. Quería tener todos los accesorios para cada sistema, todos los periféricos. Las computadoras que usé las tengo todas guardadas.

Siempre estaba atento a las distintas oportunidades. Una vuelta en parque centenario caí con un vendedor que tenía trescientas revistas. En tres meses me empeñe y tengo todas las revistas en mi depósito. Cuando los locales cerraban, aprovechaba para quedarme con el stock remanente. En el depósito tengo 800 diskettes de computadora Atari con todo el banco oficial de juegos que hubo en el país, los copiadores, tengo de todo. Actualmente alquilo un depósito y ahí conservo todo.

  • Vos que sos fanático de Atari, contanos un poco el fenómeno de la marca en Chile

Claro, Atari en Chile pegó muy fuerte, formó lo que era Commodore acá. Atari se va de Argentina, dos socios de acá se van a Chile y forman una empresa allá. Para que te imagines, uno de los socios que hacía programación en assembler, con una Atari 800XL ideó un programa para controlar todos los semáforos de Santiago de Chile. Tuvo muchísimo alcance allá. 

La primera vez que visité Chile fue en el 98, caigo y ya tenía anotadas las direcciones de los locales, fui a recorrer todos los locales que figuraban en las revistas. Algunos lo habían tirado todo, otros ya no comercializaban más.

Caigo en la estación de metro Tobalaba de Santiago, dónde aún existía un local de computación y me presento: Hola, soy argentino coleccionista etc, “lo siento” me dijo la persona que atendía el local,  “acabo de tirar todo el banco de revistas y juegos a la calle hace 2 meses”. Te juro me largue a llorar, cajas y cajas con software y revistas, no había llegado por poco…

  • Imagino que no habrán sido todas derrotas, al haber estado atento desde una época tan temprana, cuando aún no existía la concepción del coleccionismo..

De hecho, en las primeras reuniones, éramos 10 gatos locos, nos juntábamos en una confitería en caballito y llevábamos los cartuchos de Atari, intercambiábamos, vendíamos etc. y la gente nos miraba como bichos raros. Toda la mesa plagada de cosas de computación. Vos imagínate en esa época andar con una remera de Atari, era muy loco, nos reíamos viendo las caras de la gente.

Ahora los precios se han disparado y lo que antes no tenía valor y se tiraba hoy lo ves en los grupos de venta. 25 años atrás ibas por la calle y te encontrabas consolas, home computer en caja.

Recuerdo una vez en una casa de antigüedades, ver al dueño tirar una 128 completa en caja.Entré le pregunté si me la podía llevar, el dueño me pidió que le comprara algo en el kiosko, le compre una caja de cigarrillos y me llevé la Commodore 128 que aún conservo y funciona perfecto.

Otra vez, caminando a las seis de la tarde, vi cómo una casa de computación sacaba una caja de 40 joysticks 125 nuevos, inmediatamente pedí un taxi y los cargue todos y me los lleve.

En una ocasión paso por una juguetería en capital y veo dos cartuchos de Atari Lynx. El dueño me explicó que eso lo importaba 15 años atrás. Entré y le pregunté, me los vendió $ 2,50 cada uno. A los 4 días le caí de vuelta y lo encaré: ¿Tenes más en el depósito? Subí al depósito con el empleado, le bajé 2 cajas. Consolas y cartuchos en caja sin usar. Le compre todo.

  • Vos ya especulabas con lo que iba a pasar a futuro? Eras consciente que en algún momento todo eso tendría valor?

La verdad que no, me movían simplemente las ganas de querer acaparar todo. Era el afán de coleccionar y coleccionar, cosas que veía la compraba.

  • ¿En qué momento pasaste al rubro del negocio? ¿cómo hiciste esa transición?

Yo arranqué a trabajar en una casa de videojuegos Palladium software, acá en Buenos Aires, calle Scalabrini Ortiz en una esquina. El negocio era todo el primer piso y en el segundo daban clases de computación.

En un principio grababa los cassettes en mi casa y se los llevaba. Los dueños eran gente grande. Cuando abrieron una segunda sucursal me ofrecieron trabajar en el local. Salía del colegio y me quedaba en el negocio hasta las 7 de la tarde y los fines de semana también.

Yo atendía a la gente, vendía accesorios, repuestos, tenía mi  Talent MSX y Commodore 128 donde grababa los juegos, la gente miraba el catálogo y elegían.

Los juegos de Spectrum se grababan en MSX, eran los más tediosos, los juegos eran por niveles, a veces salían mal porque los pibes traían cassettes que estaban muy gastados y después no cargaban! Una vez al mes venían las novedades de los juegos, y anunciábamos en la revista segunda mano, toda la gente esperando para llegar con su datasette y grabar los juegos. Los chicos se quedaban horas en el local, vos pensá que cada juego tardaba 5, 7 minutos en grabarse. Y la gente se acumulaba. Terminabas quemado pero feliz, uno lo hacía porque le gustaba. Era otra magia.

Hace unos 17 años empecé a importar cosas para mí de afuera para uso personal, y ahí pensé en traer cosas para vender, arrancó como parte del hobby y ahora es mi actividad principal.

  • La primera vez que te vi, hace unos 10 años, te compré unos repuestos de Nintendo. Me citaste en una esquina de caballito, yo venía del interior, y me sorprendió la atención que me diste, hasta me imprimiste la operación en el acto con una impresora de bolsillo. La gente que está en el mundillo te reconoce esta cualidad..

Soy así. Por ejemplo, la gente me carga pero yo tengo un programa en el celular donde controlo todos los envíos, me nace revisarlo todos los días y contactar a la gente por whatsapp. Será por los años que trabajé con atención al público, conocer la dinámica y saber que la gente valora esos detalles. Para mí la venta termina cuando el producto está en tus manos y me escribís feliz.

  • Una cosa es el hobby y otra es trabajar de eso, ¿Cuáles son los desafíos en tu rubro y cómo los encarás?

Actualmente somos dos personas, mi hijo y yo. Fundamentalmente vendemos online, y luego hay una serie de eventos en el año a los cuales asistimos y tomamos contacto directo con los coleccionistas.

La gente se acostumbró con la pandemia a comprar online, te diría que el 90% de la venta son online. Antes de la pandemia yo juntaba clientes, como me paso con vos, un día de la semana juntaba a todas las personas, 2 o 3 horas en un bar atendiendo gente y entregando cosas.

La pandemia sacó el miedo, la gente compra todo por internet y el e-commerce se levantó mucho. Los eventos entonces los utilizo como una forma de local físico, es el caso por ejemplo de la  Retrostart o Tpc Coleccionismo. La gente reserva sus productos y en esas reuniones se acerca y retira, supliendo así al espacio físico de entrega.

Es una actividad que demanda mucho, como cualquiera que se encara seriamente. La importación es complicada, tenés que ser importador para traer ciertas cosas, te tenés que ir adaptando a las distintas regulaciones. Asimismo, están los eventos, los cuales exigen una preparación previa, preparando el material, catalogando, los precios etc.

Estoy convencido q si haces algo q te gusta, lo sobrellevas. Si lo tomas solo como algo comercial, creo que sería muy difícil sacarlo adelante.

  • Contanos de tu tienda, qué productos tenés que cosas tiene más salida?

Traemos de todo, pero te diría que el  fuerte de nuestra tienda son las herramientas, los accesorios de los videojuegos, que cualquier coleccionista necesita, sobre todo con Nintendo que siempre fue muy celoso para evitar que cualquiera pueda meter mano. Hasta que aparecieron los chinos jeje.

  • Hablando de China y las compras de afuera, cómo convivís con las páginas internacionales que le permiten al consumidor final  importar esta clase de productos?

Mirá, el coleccionista tiene mucha ansiedad, no quiere esperar al paquete 40 o 60 días , quiere el producto ya. Y evalúa que la garantía y la diferencia de costo no justifica esa espera. Todos sabemos que, como particular, a veces las compras se pierden en el limbo. Y la intermediación te evita eso. Así que no es algo que afecte el negocio, se convive perfectamente. 

  • ¿Cómo ves la actualidad del coleccionismo, y qué imaginás para el futuro?

Hoy ya  tenemos tres generaciones de coleccionistas. Mucha gente que arrancó conmigo por familia o trabajo se ha ido, y ahora me encuentro con que muchos de los nuevos interesados y coleccionistas son chicos de 19 años, que no vivieron esa etapa, pero que se entusiasman por igual. Hoy a un chico en un evento le mostrás un game watch y se sorprende, le despierta curiosidad, la tecnología, la historia, y se engancha.

No me puse a pensar nunca a futuro cómo puede seguir esto. No me puse a imaginar el rumbo. Creería que seguirá todo igual. Gente que le pica la curiosidad va a seguir existiendo, la industria del videojuego no va a parar, en todo caso irá mutando y evolucionando.

  • Christian podríamos seguir tres horas más hablando, pero no te quiero robar más tiempo. ¿Tenés alguna reflexión que quieras dejar para el final?

Le diría al coleccionista se preocupe en buscar lo que pueda sin mirar lo que tiene el otro, que tenga una colección personal, y que se sienta orgulloso de eso. Y del otro lado del mostrador, a los vendedores les pediría que se manejen con reglas claras, y al que quiere empezar de este lado del mostrador con malas prácticas que no lo haga, porque nos complica a los que queremos laburar bien, debemos proteger al rubro.

  • Volviendo al comienzo de la charla. Cuál es tu sistema videojuego especial, tuyo y porque?

La Atari 800 XL. La computadora que me transformo la cabeza, al empezar con la programación y todo eso es un amor personal. Horas y horas y horas…

  • Gracias por tu tiempo, espero que la hayas pasado bien en la charla. Ojalá te encontremos pronto en el museo.

Por favor, ya vamos a ir a Bahía Blanca, gracias a vos por la entrevista.

Podés encontrar los productos de Christian en Retrogeek mazzatari en Instagram, Facebook y en su Tienda online.

Reetrogeek Mazzatari (@mazzatari) • Fotos y videos de Instagram

Retrogeek VIDEO GAMES | Facebook

https://retrogeekmazzatari.com.ar/

Psicología y gaming: ¿por qué amamos los videojuegos retro?

Hay toda una explicación psicológica detrás de nuestro afecto por los videojuegos retro, y tiene que ver solo en parte con la nostalgia por el pasado.

Recuerdos en 16 bits

Cerrá los ojos. Bueno, no, no los cierres todavía. En todo caso, primero terminá de leer este párrafo. Tratá de recordar algunas imágenes de tu infancia. ¿Qué ves? A lo mejor algunos picaditos con los chicos del barrio o jugar a las escondidas. ¿Habrá por ahí bloques, soldaditos, tazos? ¿Juntabas figuritas en algún álbum, al ritmo de “late, late, late… ¡NOLA!”.

Yo recuerdo todo eso. Pero en mi memoria resuena más fuertemente la imagen de la morocha de Sega (la Genesis de 16 bits), mi habitación y una tarde de puro vicio con mis hermanos.

Le doy a los videojuegos desde que tengo uso de la memoria. Primero fue en la vieja PC de escritorio XT-386 con un disco de 10 mb de almacenamiento y 512 kb de memoria. Cuando la máquina arrancaba, parecía una turbina. El disco sonaba con un “tac, tac, tac, tac, tac” y la pantalla tenía una muy limitada gama de colores con MS-DOS corriendo de fondo (¡ni siquiera un Windows 3.11!).

El clásico Sonic the Hedgehog (1991) de Sega Genesis

En aquella computadora jugábamos al primer Doom, al F-15 o al hermoso Stunts, entre otras reliquias del abandonware. Luego pasamos a la Family Game (como todo buen argento). Una gloriosa Navidad de finales de los noventa, Papá Noel se la jugó con una ostentosa Sega Genesis con varios títulos que pronto se volverían clásicos.

Todavía me acuerdo de la música con la que inicia el Sonic 3, terminar aquel engorroso segundo nivel de El Rey Leon o el A-C-ARRIBA-B-ARRIBA-B-A-ABAJO del Ultimate Mortal Kombat 3. Épocas gloriosas, sin apuros ni deudas con el banco. Sin las responsabilidades de ser padre, docente o esposo.

La infancia era eso. Una comidita rica de la abuela, unos pesitos para el kiosco de la escuela o los dibujos animados del sábado por la mañana. Y, en el medio, aparecían los videojuegos como un alimento más reconfortante que cualquier plato de fideos con tuco.

La psicología de la nostalgia

Aquello que fue novedoso en los ´80 y ´90 hoy es considerado “retrogaming”. Y se siente bien.

Retrogaming en Espacio TEC

Te alegra volver a percibirte como un niño. Como adultos, tenemos todas estas responsabilidades y ansiedades, y si es posible encontrar una manera de olvidarte de eso (aunque sea por un ratito) dale que va.

La psicología se ha encargado de estudiar por qué nos fascina, de grandes, volver a jugar aquellas joyas del pasado. Jugar videojuegos antiguos —o, al menos, diseñados para parecer retro— transporta al jugador, remontándolo a épocas más sencillas donde jugar era divertido.

Desde el punto de vista filosófico, el concepto de la nostalgia parece obvio. Ves un juego al que le metías cuando eras niño y, automáticamente, tu cerebro evoca recuerdos felices. Ser niño y abrir ese nuevo juego pixel-art o consola en Navidad era, para muchos chicos, el epítome de la felicidad.

Para mí fue la Sega Genesis, para otros habrá sido la Super Nintendo o la primera Playstation.

Benjamín y yo viciando las consolas retro de Espacio TEC.

Pero, abramos el telón: ¿por qué tu cerebro quiere jugar a ese juego viejo, exactamente? Los videojuegos retro tienen un doble atractivo: propiedades intrínsecas y extrínsecas que explican su popularidad. Por un lado, los aspectos intrínsecos tienen que ver con la jugabilidad clásica que la convierte en una experiencia atemporal, como el ajedrez.

Luego tenemos los aspectos extrínsecos del juego, donde se asocia con experiencias pasadas positivas, en términos de personas y lugares, lo que lo convierte en un desencadenante de emociones positivas. Una combinación de ambos factores es lo que está impulsando el renovado interés en el género retro.

Videojuegos retro para grandes y chicos

La búsqueda de una respuesta emocional

Esto es un gran ejemplo de lo que sucede cuando el sistema de memoria y el sistema de recompensa del cerebro trabajan juntos. Gravitamos hacia los videojuegos retro porque buscamos un desencadenante conocido para una respuesta emocional positiva. Los varios estudios han confirmado que los videojuegos activan las vías de recompensa (los centros de placer) del cerebro.

En la actualidad existen museos en todo el mundo (guiño guiño) dedicados a capturar la historia y experiencias de los primeros años de los videojuegos. Son lugares de encuentro tanto para niños como adultos; aunque -seamos honestos- los más grandes muchas veces van solitos.

Luego de haber sobrevivido a una pandemia mundial (y el posterior aumento en síntomas de ansiedad y depresión) no es de extrañar que muchos encontremos consuelo en los juegos más antiguos y de aspecto retro.

“Every journey begins with a choice”

Hay cierta mística en el gaming de la vieja escuela. Ya saben… no tener más de tres vidas, un sistema de puntuaciones numérico y una dificultad endemoniada que enseña paciencia y determinación.

Cada quien tendrá sus formas de hallar la felicidad. Para varios de nosotros, se presenta en forma de estos videojuegos retro. Un bienvenido respiro de un mundo caótico, experiencias lúdicas más simples (no necesariamente más fáciles) que son capaces de perforar el corazón e infundir una alegría tan rara como perfecta.

Luciano Sívori

Podés seguirme por en Instagram y en Facebook. Tengo este blog de vicios personales.

“It’s dangerous to go alone! Take this.”