Clementina, en realidad una Ferranti Mercury II, se fabricó en 1955 en Inglaterra y fue la primer computadora científica argentina. Llegó al puerto de la ciudad de Buenos Aires en noviembre de 1960 e ingresó junto a otras computadoras: dos UNIVAC USS 90, una IBM 305 y una IBM 650. Todas ellas compartían algo en común, además del año de importación: las memorias de tambor magnético, las de núcleo magnético, las tarjetas y cintas perforadas. Ninguna de ellas incorporaba transistores, que habían sido creados en 1947, lo cual pone en evidencia que la velocidad de adopción de los nuevos descubrimientos era sensiblemente menor que en la actualidad.
Clementina tenía 18 metros de largo, 5000 válvulas de vacío y una memoria total de 5 KB. de núcleo magnético. Se puso en marcha el 15 de mayo de 1961. Dos meses antes se había brindado una capacitación inicial de programación sobre el lenguaje Autocode al grupo que trabajaría con la Mercury II. Aquí vale destacar que trabajar con Clementina era muy distinto a trabajar con una computadora de la actualidad. La máquina funcionaba durante las 24 horas del día y se asignaban turnos para las tareas de compilación y ejecución de programas, que eran ingresados mediante una cinta de papel perforado, y sus resultados iban a parar a una impresora o a otro conjunto de tarjetas perforadas. Lo curioso es que cuando la computadora calculaba, emitía unos sonidos que se asemejaban a “Clementina”, una canción popular inglesa, y cariñosamente se la bautizó así (aunque luego también le hicieron modular algunos tangos).
La computadora fue operada principalmente por científicos y estudiantes del Instituto de Cálculo de Buenos Aires y, a pesar de su corta vida que culminó con el golpe de estado de 1966, Clementina sembró las semillas para el desarrollo informático de la Argentina y además se convirtió en catalizador para el inicio de todas las carreras de computación que se crearían en el país. Así de importante fue.
Luego del golpe de estado, Clementina siguió operando solamente para asistir a los alumnos de Computación con sus trabajos prácticos. Pero el paso del tiempo, la falta de mantenimiento y la imposibilidad de obtener repuestos debido a su antigüedad, hicieron que la computadora fuera desactivada para siempre en 1970. Algunas de sus partes aún se conservan.
Años más tarde, a principios de la década de 1980, Ferranti fabricó las ULAs (Uncommitted Logic Arrays) de algunas de las home computers más famosas de la historia de la informática hogareña, como la Sinclair ZX81, Sinclair ZX Spectrum, Acorn Electron y la BBC Micro.
Autor: Diego Chiacchio (homecomputer)
Diego es coleccionista de computadoras antiguas desde 1999, cofundador de Retrocomputación.com, la mayor comunidad de habla hispana de coleccionistas y usuarios de microcomputadoras, creador del sitio Home Computer dedicado a las computadoras hogareñas y consolas clásicas de video juegos y colaborador de Espacio TEC.